domingo, 27 de marzo de 2016

Chico fuego.

Debe ser por mi inestable
estado de felicidad,
pero tengo la enorme certeza
de que tienes los lunares de la espalda
más bonitos
de al menos toda España.
Tan pequeños,
como tímidos
ante el roce indiscriminado de mis manos.
Tan yo,
cuando tú coges los mandos.

Y si sólo fuesen ellos los que te hacen perfecto...

Hablemos de esa media sonrisa
cada vez que me ves dar la esquina,
ese "qué guapa estás hoy"
hasta cuando me veías recién salida de clase.
Ese abrazo salvavidas cuando
ni siquiera decírtelo,
sabías que me estaba ahogando.
Ese juego tonto de manos
mientras íbamos caminando,
o esa absurda
-y perfecta-
manera de conseguir
que me olvide de todo
sólo teniéndote a mi vera.

Es cierto que la perfección es inalcanzable.
Para llegar a las estrellas,
tienes que apuntar a la luna
-dicen- 
Pero tú has llegado mucho más allá,
las estás rozando monito,
con esa delicadeza y dulzura
con la que rozabas mis labios
después de morderlos con garra.

Toda perfección,
tiene su excepción.
Siempre tú confirmando todas las reglas.
Y es que tu excepción es que no estás
Muchas noches de invierno
esperando ese salvavidas.
Demasiado tiempo en agua helada,
demasiado tiempo siendo fría.

Pero aún así te espero.

Chica hielo
esperando a su chico fuego.
Hielo y fuego que,
cuando vuelvan a juntarse,
fundirán cualquier problema
que se les ponga por delante.
Hielo y fuego,
que como buenos opuestos,
se atraen,
se juntan,
y acaban convirtiéndose en agua,
destinados a morir juntos
en la boca de cualquier mar.


1 comentario:

  1. Genial el texto , Nemo soy un chico de tw me encantaría saber tu otro tw para poder seguir leyendo lo que escribe y escuchar los poemas en soundcloud

    ResponderEliminar